viernes

1896


La cuatro y media, quédate a dormir, está lloviendo dónde vas a ir si ya no queda un sitio abierto en esta ciudad. Anda sécate el pelo que te vas a enfriar. Ya se que no me amas, ni yo a ti, para qué me lo vas a repetir, las palabras no son mas que un oscuro antifaz, una manera de disimular tu ansiedad. Deja el abrigo y ven, hay sitio para los dos y nada va a pasar que no queramos tu y yo.
Las cuatro y media no me asusta, contigo la estrategia habitual. Que importa que nos acabemos de conocer, así podrá el azar jugar también su papel. Si quieres irte ahora bajo a abrirte el portal, perdí ya tantas noches, qué más da una más.