Odio la
gente que solo se divierte riéndose de los demás. Detesto todos esos que se
ciegan ante las virtudes, para ver solamente los defectos de la gente. Me canso
de escuchar siempre las típicas tonterías y bromas hacia mi. Me canso de que
siempre me repasen de arriba a abajo más de dos veces para encontrarme algún
defecto, algo para criticarme. Si tantas ganas tenés de reírte de mí, ponete en
frente del espejo, cerra los ojos y al abrirlos y verlos ahí, reílte de tu
propia cara. Que por llegar, no me llegas ni a la suela del zapato. Podés ser
mucho físicamente(o eso creés vos) pero nada es más triste que vivir sin
corazón. Y vos, a diferencia de mi, te sobran palabras inútiles y te falta
inteligencia y corazón. Y que yo también sé criticar, y hacer cerrar bocas que
no deberían haber sido abiertas.
