lunes

1937


Odio la gente que solo se divierte riéndose de los demás. Detesto todos esos que se ciegan ante las virtudes, para ver solamente los defectos de la gente. Me canso de escuchar siempre las típicas tonterías y bromas hacia mi. Me canso de que siempre me repasen de arriba a abajo más de dos veces para encontrarme algún defecto, algo para criticarme. Si tantas ganas tenés de reírte de mí, ponete en frente del espejo, cerra los ojos y al abrirlos y verlos ahí, reílte de tu propia cara. Que por llegar, no me llegas ni a la suela del zapato. Podés ser mucho físicamente(o eso creés vos) pero nada es más triste que vivir sin corazón. Y vos, a diferencia de mi, te sobran palabras inútiles y te falta inteligencia y corazón. Y que yo también sé criticar, y hacer cerrar bocas que no deberían haber sido abiertas.