Te encanta saber que hay alguien
en este mundo que gasta minutos de su vida para pensar en vos.
Te gusta la idea de necesitar y que te
necesiten, extrañar y que te extrañen.
Estas ciego, pero es esa ceguera la
que te hace suspirar de amor.
No es un cuento de hadas, acá no hay
magia, hombres perfectos ni finales felices. Es solo el principio de una
hermosa aventura.
La felicidad
es tener con quién compartirla.
Reflejados en tu rostro se ven la
felicidad y el amor. El futuro será y el pasado fue, pero el presente es lo que
es.
El corazón corre su maratón y cada vez
importa menos el resto.